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  • Foto del escritorMaría Rotaetxe

¿QUIERES PROTEGER TU EMPRESA FAMILIAR?

Es frecuente la ilusión que tienen los fundadores de una empresa familiar de que sus hijos e hijas puedan continuar con el negocio algún día, pero lo cierto es que la realidad nos dice que la mayor parte de las veces esto no ocurre.

De hecho, se estima que el 70% de empresas familiares no superan el primer cambio generacional y apenas un 15% son capaces de continuar con la tercera generación. Y por ello, se puede afirmar que uno de los elementos más importantes para que una empresa familiar perdure en el tiempo y que las sucesivas generaciones cojan el testigo de sus progenitores, además del esfuerzo y la dedicación, es la capacidad de la familia de permanecer unida y remar todos en la misma dirección.

Pero mantener esa unidad en el tiempo no siempre es fácil, sobre todo porque muchas veces los conflictos familiares y empresariales están entrelazados sin haber una clara división de donde empiezan unos y otros.


UNA BUENA SOLUCIÓN


Ante esta situación, la realización de un Protocolo Familiar puede ser una buena solución ya que es instrumento muy importante para ayudar a la gestión del día a día, previendo posibles conflictos futuros y proporcionando las herramientas necesarias que ayuden a solucionarlos, anticipando, además, la preparación de la transición generacional.

Y es que debemos tener en cuenta que cualquier negocio que desarrolle su actividad como sociedad de capital y los socios sean familiares puede tener tensiones cuando los fundadores han de ser sustituidos, y por tanto, se pueden beneficiar de un protocolo familiar por pequeña que sea la empresa (zapatería, ferretería, restaurante,…) sin que el tamaño sea un factor relevante.

Por que los factores determinantes son los elementos comunes que diferencian a este tipo de empresa, y que son: la existencia de una familia propietaria con poder de decisión (lazos efectivos y emocionales); y la existencia de una mercantil (decisiones empresariales y funcionamiento del mercado).

Muchos de los obstáculos a los que deben enfrentarse estas sociedades tienen su origen en dichas relaciones personales dada la gran interrelación existente entre familia y empresa, si bien hemos detectado en el despacho como son cada vez más las Empresas Familiares que nos solicitan asesoramiento para organizar las relaciones entre familia y empresa con la intención de evitar problemas.

Por nuestra experiencia, hemos visto diversas situaciones que han generado conflictos cuando no existía una regulación como la que proporciona un protocolo familiar. Son frecuentes especialmente en supuestos de fallecimiento con su posterior proceso de sucesión; cuando existen tensiones o rivalidad entre los familiares que participan de la empresa; cuando sobrevienen divorcios cuyas consecuencias pueden afectar al patrimonio de la empresa; en reparto dividendos; cuando se realizan fuertes inversiones o endeudamientos que pueden llegar a poner en riesgo el patrimonio familiar; o simplemente, por criterios empresariales dispares…


PERO ¿QUE ES EL PROTOCOLO FAMILIAR?


Como ya habréis podido adivinar, el Protocolo Familiar es un documento que permite regular las relaciones familia-empresa.


Su objetivo es principalmente la protección de la empresa aislando a la misma de posibles conflictos familiares, para de esta forma conseguir la continuidad de la empresa a largo plazo sin perder su carácter familiar.

Como decimos, la realización de un Protocolo Familiar puede dotar de herramientas que permitan solventar estos problemas en la Empresa. Y es que, otras instituciones jurídico privadas como testamentos, fideicomisos, capitulaciones matrimoniales, etc. normalmente no son suficientes para la resolución de estos conflictos porque se limitan a regular solo una parte de las relaciones.

Podríamos decir que estas instituciones son complementarias al Protocolo Familiar. A pesar de que se trata de un proceso voluntario, según mi experiencia profesional es muy necesario. Este proceso finalizaría con un acuerdo escrito de los socios familiares donde se establecerán medidas o regulaciones para posibles situaciones familiares que puedan afectar a la empresa a corto, medio y largo plazo.

Este pacto puede quedarse en un ámbito privado o bien ser publicado o inscrito en el Registro Mercantil con efectos frente a terceros. Lógicamente, la estructura y el contenido de este Protocolo dependerá de las características y necesidades de la empresa, pero hay una serie de cuestiones generales que son importantes para la mayoría de las empresas familiares:

  1. Misión, valores, estrategia de la empresa familiar (definir objetivos futuros y los medios para su consecución).

  2. Órganos de Gobierno y Dirección: Capacidades y requisitos de sus miembros, composición en número, incompatibilidades, funcionamientos internos y relación entre otros órganos de la empresa.

  3. La implicación de los familiares en la dirección de la empresa: Políticas de remuneración, condiciones de acceso y abandono de la mercantil, planes de ayuda económica.

  4. Régimen Económico que podría incluir el reparto de dividendos, financiación de la empresa, transmisión de las participaciones sociales o acciones, régimen económico matrimonial,…

  5. Formación.

  6. Reglas de acceso a la empresa de la familia como trabajador o como miembro del órgano de administración.

  7. La Sucesión, algo que según mi experiencia profesional debe está debidamente planificada ya que es una de las cuestiones más importantes que influyen el devenir de una Empresa Familiar.

  8. La Determinación de Métodos de Solución de Conflictos, como pueden ser la conciliación, arbitraje, mediación, etc...


Además de los órganos sociales propios de cualquier empresa, en las Empresas Familiares se pueden contemplar otros distintos y complementarios de composición estrictamente familiar, los cuales pueden establecerse también dentro del Protocolo. Los más habituales son la Asamblea Familiar y el Consejo de Familia.

En todo caso, será necesario realizar un examen detallado de la situación de la sociedad para poder definir correctamente la Empresa, identificar sus problemas, y con todo ello planificar adecuadamente el futuro. Es por ello que siempre recomendamos contar con un asesoramiento legal especializado durante todo el proceso.


Si estas interesado en recibir más información y/o necesitas asesoramiento sobre este tema u otros relacionados, te puedes poner en contacto con nosotros a través de nuestra web o de nuestro mail info@lbsabogados.es


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